Las Heras es una localidad de 15.000 habitantes cercana a Buenos Aires, donde todavía todos se conocen. Y cuando Silvia Luna, próxima a casarse, apareció en un video porno casero con alguien que no era el novio, todos se las ingeniaron para verlo.
Menos claro, el novio.
Carola, compañera de trabajo en el restaurante donde Silvia trabaja, se tomó el trabajo de mostrar el video al novio, quien inmediatamente suspendió la boda.
Cuando Silvia se enteró de la intervención de Carola la encaró y la atacó con un martillo de cocina, hecho de madera y aluminio y normalmente usado para ablandar la carne. Carola hace 4 días que se debate entre la vida y la muerte, con el cráneo fracturado y en coma grado 4.
La mayoría de los medios argentinos mencionan la existencia del video, pero ninguno lo muestra. La mayoría de los sitios anónimos para subir videos, Youtube, Rapidshare, Taringa, Poringa y muchos más, alojaron el video por unas horas y luego lo tuvieron que dar de baja, seguramente ante el reclamo de los familiares. En respuesta a las enorme cantidad de pedidos y comentarios sobre el tema, rápidamente surgieron sitios de pago que ofrecen el video restringido.
El video es breve, está tomado con un celular y los camarógrafos fueron ambos participantes. Muestra varios tipos de actividad adulta.
Porqué nadie se resiste a verlo? En primer lugar, por ser un video genuino cuya dueña tomó tan a pecho su difusión, que llegó al extremo de matar y pasar seguramente muchos años a la sombra.
En segundo lugar, porque los medios mencionaron su existencia sin mostrarlo, por recato y temor a las posibles consecuencias.
En estos días Argentina debate el conflicto con Uruguay por el puente de Gualeguaychú. Las búsquedas por Silvia Luna ocupan el 66% del máximo reportado por Google Trends, mientras que las del conflicto internacional no llegan al 50%.
Cómo hacer para despertar el interés masivo del público por algo que no sea escabroso y sexual? Un desafío para los marketineros…