En un país tan poblado de profesionales psi como Argentina no es extraño que se plantee este tema.
Hay escuelas psicológicas que dan mucha importancia al contacto físico personal, a la interacción con la red social del paciente, a la interpretación de la gestualidad y la actitud corporal, a la medicación o a la copia de patrones de conducta. El psicoanálisis, sobre todo el freudiano y el lacaniano, se basan casi exclusivamente en las palabras, que viajan fácilmente por la red.
¿Es imprescindible la proximidad física para una buena relación terapéutica? Nadie lo sabe aún.
El psicoanálisis por email tiene varias ventajas:
– no hace falta viajar hasta el consultorio
– no hace falta concertar horarios
– todo el material queda registrado en medio magnético
– un paciente puede hacerse ciberanalizar por más de un analista.
– el tiempo del analista es mejor aprovechado, y por lo tanto el costo disminuye.
– los profesionales argentinos pueden exportar su talento a todo el mundo hispanoparlante.
Existen obvias diferencias con el psicoanálisis presencial, como por ejemplo que los “lapsus digiti” tienen una mecánica distinta que los “lapsus linguae”. Es decir, los errores que se cometen al tipear no tienen la misma significación que los cometidos al hablar. Por lo general aquellos son más limitados y pobres en significado.
La Internet podría conjugar todas esas funciones: toma de datos inteligente, y control humano. El email podria complementarse con la modalidad de “chat”, para poder proporcionar material más crudo. O con la videoconferencia, para agregar imagen a las frías palabras tipeadas.
La desventaja de la ciberterapia es que muchos analistas ortodoxos pondrán el grito en el cielo, pues no existe aun una teoría y una metodología aceptadas.
Ya algún iluminado se ocupará de escribirlas. Seguramente los psicoanalistas virtuales pondrán su foto en la pared, al lado de la de Freud.
Hoy en día un servicio de psicoterapia remota debería ofrecer:
- terapia gratis para quien acepte que el contenido de la misma se publique en el sitio, bajo nombre real o supuesto.
- conexión de banda ancha que acepte videoconferencia.
- pago por tarjeta de crédito.
- buena campaña de promoción, focalizada y sostenida.
- ampliación del rubro psicoanálisis a otras terapias psicológicas.
- encuesta permanente de opinión de visitantes y grado de satisfacción de usuarios.
- sistema tipo “board” (foro de discusión), para dinamizar el mecanismo de intercambio de ideas.
- segunda y tercera opinión médico/psicológica.
- alianza estratégica con sitios de testeo psicológico online, de telemedicina, de salud y de “counseling”, disciplina norteamericana predominante en el área psicológica.
Una búsqueda reciente de sitios sobre “cyberterapy” o “ciberterapia” muestra que esta actividad está proliferando lucrativamente en la Red. Mi pronóstico es que la ciberterapia desplazará casi por completo a la terapia convencional, una vez que la conexión de banda ancha sea tan común como es hoy el teléfono.
El pago de las sesiones puede realizarse por algunos de los sistemas existentes, siendo el más usado Paypal para transacciones internacionales, pero cada país puede tener otros sistemas para pago dentro de sus fronteras.
Sugiero también algunos sensores que podría usar el paciente, como un medidor de latidos cardíacos, presión arterial, sudoración, etc. Algo así como un detector de mentiras, que revele cuando el paciente se emociona, traspira, respira rápido, se agita, etc. Son medidores baratos, simples de colocar, y resuelven en parte el problema de la distancia y la frialdad del tratamiento en línea.
La videoconferencia es también una buena forma de ampliar el contacto humano entre las partes, y hoy está disponible para casi todos los usuarios.
La historia clínica digital, que proveemos como servicio a profesionales, complementa los datos sobre el paciente que se requieren para un tratamiento apropiado.
Consulte si desea implementar esta modalidad.